viernes, 7 de abril de 2017

La mesa de la Palabra: La Pasión según …




La Pasión según …

Son numerosos los lugares que en estos primaverales días reclaman la singularidad de sus expresiones religiosas con las que celebran la Semana Santa, días centrales del calendario cristiano. Por este motivo, cada lugar luce sus mejores galas, decreta días festivos, culmina un sinfín de esfuerzos para que la versión propia brille por sí misma a los ojos de propios y visitantes. No son pocas las celebraciones que, además, están adjetivadas con el plus de interés turístico o de patrimonio de la humanidad o de fiesta de la primavera. Todos los años se escenifica en la calle, acorde con la tradición del respectivo lugar y con la necesaria colaboración de una climatología bonancible, lo que cada pueblo entiende es la versión de su Pasión, y en la que no se ahorran recursos para resaltar su puesta en escena (exorno floral, bandas de música, estreno de enseres, carrera oficial, cera y otros consumos) y lo pone a la vista desfilando procesionalmente.

Se entiende que para el seguidor de Jesús de Nazaret, solo hay una Pasión del Señor, con dos versiones intercambiables, que nunca deben silenciarse. Una, la narrada en los evangelios y alimenta, con su solemne proclamación litúrgica o con su íntima lectura, la fe del creyente y del Pueblo de Dios. Y otra, la que cada persona y cada pueblo actualiza en su soledad, muerte, enfermedad y carencia, declarando a la rosa de los vientos que en la cruz del Nazareno está la fuerza y la dignidad del sufrir de nuestro mundo. Un mundo que tanto sabe de heridas aún por restañar, y que mucho tiene que hacer en la tarea de la superación humana y de la esperanza en quien lo dio todo por amor a nosotros. La Pasión nos recuerda que nuestro hoy está sobrado de guerras e intransigencias y menesteroso de samaritana solidaridad, de amor crucificado.


Fr. Jesús Duque OP.