viernes, 25 de marzo de 2016

VIERNES SANTO

Oh Dios, tu Hijo, Jesucristo, Señor nuestro, por medio de su pasión ha destruido la muerte que,
como consecuencia del antiguo pecado, a todos los hombres alcanza.
Concédenos, hacernos semejantes a él.
De este modo, los que hemos llevado grabada,
por exigencia de la naturaleza humana,
la imágen de Adán, el hombre terreno,
 llevaremos grabada en adelante,
 por la acción santificadora de tu gracia, 
la imagen de Jesucristo, el hombre celestial.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.




Por medio de la pasión de Cristo conoce el hombre
cúanto es lo que Dios le ama,
y con esto se mueve a amarle, en lo que consiste la salvación humana.
Por eso dice san Pablo a los Romanos (5,8-9):
"Dios probó su amor hacia nosotros,
en que, siendo pecadores, murió Cristo por nosotros".

[Sto. Tomás de Aquino]


Tres cruces espirituales ha de traer el cristiano
siempre sobre sí,
que son tres grandes obligaciones
y andar todo el día con una perpetua atención para cumplir con ellas,
trayendo un corazón devotísimo para con Dios, 
y otro piadosísimo para con su prójimo,
y otro muy severo para consigo, 
castigando su carne, enfrenando su lengua y mortificando todos su aperitivos.

[Fray Luis de Granada]