miércoles, 30 de diciembre de 2015

Natividad del Señor


Contemplando el pesebre en el que está acostado el Señor,
 hallarás en él motivo
 no solo para el conocimiento 
de aquella soberana bondad y amor de Dios,
sino también para toda virtud.

Aquí aprenderás humildad de corazón,
aquí menosprecio del mundo,
aquí aspereza de cuerpo
y aquí aquella desnudez y pobreza de espíritu
 tan celebrada en el Evangelio.

(Fray Luis de Granada, O.P.)



Juan Bautista Maíno O.P. - Adoración de los pastores



Lo Alto bajó a la tierra de nuestra humanidad y, 
unidos una y otra,
se hizo puente entre ambas y quedó restablecido el camino.

¿Para qué se hizo este camino?
Para que verdaderamente fuéramos a gozar con los ángeles.

Pero para obtener la vida eterna no basta que Jesús sea puente,
sino que lo utilicemos.

(Santa Catalina de Siena, O.P.)

martes, 29 de diciembre de 2015

Natividad del Señor

"Venid a ver al Hijo de Dios,
 no en el seno del Padre, sino en los brazos de la Madre;
no entre los coros de los ángeles, sino entre unos viles animales;
no sentado a la diestra de la Majestad en las alturas, sino reclinado en un pesebre de bestias;
no troneado ni relampagueando en el cielo, sino llorando y temblando de frío en un portal."

(Fray Luis de Granada, O.P..)


Fra Angelico O.P. - Natividad



La encarnación era necesaria para la plena participación de la divinidad,
que constituye nuestra bienaventuranza y el fin de la vida humana,
lo cual se nos confiere por la humanidad de Cristo,
como enseña san Agustín:
"Dios se hizo hombre para que el hombre se hiciese Dios"

(Santo Tomás de Aquino, O.P.)

lunes, 28 de diciembre de 2015

El advenimiento de la Palabra




 El advenimiento de Dios no consistió únicamente en el nacimiento de un niño; fue el advenimiento de una Palabra. Se podría incluso decir que se materializó en el advenimiento de un lenguaje…. Hicieron falta miles de años antes de que pudiera haber un lenguaje en el que la Palabra de Dios pudiera expresarse bajo la forma de Jesús. Fueron necesarias todas aquellas experiencias de la liberación y del exilio, del surgimiento y la destrucción de los Reinos. Fueron necesarios innumerables profetas y escribas, poetas y padres, luchando para encontrar las palabras antes de que Jesús pudiera ver la luz como la Palabra. La Palabra de Dios no baja de los cielos a la manera de un esperanto celestial; antes bien, brota de dentro del lenguaje humano. Los dolores de parto de la Palabra comenzaron cuando los primeros seres humanos empezaron a hablar.

Dios no siempre responde a la manera de un mago celestial, haciendo aparecer unas soluciones externas en cuestión de instantes. La mayoría de las veces, Dios viene a nosotros de forma sigilosa e imperceptible, respetando infinitamente los ritmos propios de nuestra existencia humana. “Velad, porque no sabéis la hora ni el día en que vendrá vuestro Señor” (Mt. 24,42).

            Para Santo Tomás de Aquino, la persona paciente es aquella que no huye del mal, sino que, antes bien, no permite que el mal le aflija de forma desmesurada.

                                                            Timothy Radcliffe, O.P.
                                                       “¿Qué sentido tiene ser cristiano?”
                                                         Ed. Desclée De Brouwer

sábado, 19 de diciembre de 2015


 “¡Oh raíz de Jesé, 
que está expuesta como una bandera a los ojos de las naciones, 
ante la cual guardarán silencio los reyes, 
y a la que ofrecerán los gentiles sus oraciones! 
ven a rescatarnos, no tardes”.



   





"Así como hay dos maneras de fe, así también hay dos maneras de esperanza: una muerta, que ni da vida al alma, ni la aviva y esfuerza en sus obras, cual es la que tienen los malo; y otra viva, como la llama san Pablo, la cual, como cosa que tiene vida, tiene también efectos de vida, que son animarnos, consolarnos, alegrarnos y esforzarnos en el camino del cielo y darnos aliento y confianza en medio de los trabajos del mundo"

(Fray Luis de Granada)

viernes, 18 de diciembre de 2015

Ntra. Sra. de la Esperanza






A  tí, Madre, nos acercamos con confiaza.
En ti, que has creído en las palabras mandadas desde el cielo
Y las has llevado en tu corazón,
Nos refugiamos la Familia Dominicana.

En ti se ha hecho carne la Palabra de la que participamos,
 que contemplamos y que alabamos,
que predicamos y por la que vivimos.

Bajo tu amparo, hoy de nuevo,
nos consagramos al ministerio d e la Palabra  encarnada  y nos consagramos también a ti,
Para que escuchando como tú,
interiormente la  Palabra y siendo ungidos por el espíritu,
Del que tú fuiste sagrario,
Nos dediquemos incansablemente
a la predicación del nombre de tu Hijo por el mundo.

Tú, iluminada desde tu interior
Has conocido el misterio de la Palabra.
Haz que por ti podamos nosotros
Percibir ahora sus presencia en la historia de nuestro tiempo
Para que lleguemos a contemplarla cara a cara en el cielo.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Jornada Espiritual en Scala Coeli con motivo del comienzo del Año de la Misericordia




JORNADA ESPIRITUAL 
“INICIAMOS JUNTOS EL AÑO DE LA MISERICORDIA”

P. José Antonio Segovia O.P.
Santo Domingo de Scala Coeli - 12 de diciembre de 2015

                Reflexión del P. José Antonio sobre este Año Jubilar de la Misericordia proclamado por el Papa Francisco, explicando que no es un año más, no es un tema teológico, sino un proyecto de vida a recorrer desde ahora y hasta el próximo año.

              Para ello toma como punto de partida el propio logos que recupera una vieja tradición de la Iglesia: el Buen Pastor que carga con la “oveja perdida” y sintoniza con lo que de sufrimiento hay, pone la atención en la mirada solidaria, en las heridas… Sólo quién se siente herido puede comprender. Él con sus heridas se acerca, sus heridas nos han curado y nos invita a hacer lo mismo, a ser misericordiosos también con los demás.

               Para ello necesitamos dar un primer paso que es reconocer e identificar cada una de nuestras heridas, a todos los niveles. Responder a la pregunta ¿de qué necesito yo ser sanado?. Recibir misericordia para darla. Pero recibirla de manera veraz, profunda. El Papa nos propone un año de gracia que es más que nunca una oportunidad de sanación por medio del perdón y la reconciliación. Vivir esa gracia a la luz de la Palabra implica conversión espiritual.

                La puerta que se abrió el día de la inauguración (8 de diciembre, día de la Inmaculada) es la puerta abierta que es Jesús. El Papa quiere que la Iglesia abra sus puertas sin demora, abrir el corazón a los pobres, a quienes viven en la periferia.

                Es momento de situarnos en este comienzo de año y para ello, la idea de unir la misericordia con alegría según el texto de San Pablo a los Romanos 12,1-8 nos aporta una dimensión nueva.

       No hay nada imposible desde la misericordia. Todas las situaciones límite que vivimos admiten una puerta abierta. Dios nos da la capacidad de estar abiertos, de sentirnos perdonados, comprendidos, aceptados y para ello manda a personas para que lo experimentemos.

       Tal vez haya puertas por abrir, pero pensemos que algunas ya las hemos abierto o se están abriendo. Es un proceso que va de dentro hacia fuera.
        
        La Misericordia es toda una pedagogía para explicar el misterio de la Encarnación. Ahora que nos acercamos a la Navidad, es interesante reflexionar sobre ello. Dios al encarnarse en Jesús asume nuestro dolor, no lo ignora. Es un movimiento instintivo, un amor eterno y en esa dinámica nos sigue diciendo “déjamelo a mí”. ¿Qué heridas, vacíos, realidades de la humanidad reclaman que Él venga y se encarne?. Necesitamos ver nuestra historia a la luz de la de Jesús, analizar todo aquello que ha ido sanando gracias a la fe.

                Tenemos por delante un apasionante recorrido y tras un intenso día de reflexión, oración personal y colectiva terminamos con una Eucaristía donde compartimos la alegría de su misericordia en nosotros.

¡Abramos las puertas!

domingo, 13 de diciembre de 2015

3er. Domingo de Adviento



El mensaje de adviento y de la vida entendida como adviento es éste: "Envío a mi mensajero delante de mí"; "detrás de mi viene el fuerte, más fuerte que yo".

La vida, también la vida de fe, es una cadena de acontecimientos; hay unos antes y unos después. No todo acaece a la vez, ni al principio, ni al medio, ni al fin; sino a través de ese tejido espeso de antes y después, de etapas, fases, episodios fluyentes a lo largo de muchos años. Cuando estos se han vivido e la paciencia y en la esperanza se convierten en caminos y avenidas reales de la llegada de Dios.

viernes, 11 de diciembre de 2015

DOMINICOS, PRESENCIA EN CORDOBA

(Texto del artículo publicado en el Diario Córdoba, el 10 de Diciembre de 2015)


Con el lema “Enviados a predicar el Evangelio”, la Orden de Predicadores (Dominicos) va a celebrar un año jubilar (desde el 7 de Noviembre de 2015 al 22 de Enero de 2017) por los 800 años de su creación. Con la bula de aprobación por parte del Papa Honorio III hace 8 siglos, se cumplía el sueño del burgalés Domingo de Guzmán quien, preocupado por los problemas del mundo y de la iglesia de aquel momento, sintió la necesidad de crear una Orden religiosa cuyos miembros estuvieran dedicados a vivir el Evangelio, a través de la oración, el estudio, la contemplación  y  la predicación, compartiéndolo en comunidad y transmitiéndolo a los demás desde la compasión y la libertad, todo ello con el propósito de servir de ayuda a los hombres y mujeres de cada tiempo.


 A lo largo de estos 800 años de historia, la Orden de Predicadores ha contribuido a la expansión de la Palabra de Dios, a la formación en la fe, a la gestación de los derechos humanos... Los dominicos han aportado 130 santos a la Iglesia, han dado cuatro Papas, y grandes figuras en la teología, el compromiso con la justicia, la mística, la filosofía, la literatura, el arte, la ciencia, la geografía… A modo de ejemplo podemos destacar a Santa Catalina de Siena, Santo Tomás de Aquino, San Alberto Magno, Santa Rosa de Lima, Fray Angélico, San Raimundo de Peñafort, San Vicente Ferrer, Fr. Pedro de Córdoba, Bartolomé de las Casas, Antón de Montesinos; y en el siglo XX, al Padre Pire (premio Nobel de la Paz por su ayuda a los refugiados de la II Guerra Mundial),  Congar y Chenu  (teólogos del Concilio Vaticano II) y Fr. Gustavo Gutierrez (padre de la Teología de la Liberación).

En Córdoba, la presencia de los dominicos ha sido también muy destacada. Conventos como el de San Pablo (actualmente y como consecuencia de la Desamortización junto a la Iglesia de San Agustín) y el de Scala Coeli en la sierra cordobesa, guardan recuerdos de su estancia en ellos de dominicos tan reconocidos como San Alvaro de Córdoba, el Beato Francisco de Posadas, Fray Luis de Granada o, más modernamente, el Padre Rafael Cantueso. Incluso San Juan de Avila (gran amigo de Fray Luis) elegía Scala Coeli para recogerse, convivir con la comunidad y orar.

Asimismo, Córdoba ha contado con varios Obispos dominicos, tales como Fray Diego de Mardones, Diego Pimentel, Pedro de Tapia y Fray Albino González.

Respecto a  Conventos de frailes dominicos en Córdoba, además de los antes señalados en la capital, existieron en Lucena, Cabra, Baena, Palma del Río y Doña Mencía.

Por su parte, las monjas contemplativas tienen su presencia en Córdoba capital en el Convento de Santa María de Gracia, en la actualidad ubicado  próximo al Hospital Reina Sofía; y en Baena, en el Convento Madre de Dios. También existieron conventos en Lucena, Cabra, Palma del Río y La Rambla.

Asimismo, desde la Parroquia de San Martín de Porres, en el Sector Sur, se desarrolla una meritoria labor social por parte de una comunidad de hermanas dominicas de la congregación de la Anunciata.

Finalmente, la rama de los laicos dominicos también estamos asentados en Córdoba capital, en torno a la Fraternidad seglar de Santo Domingo de Scala Coeli y P. Posadas, y en la provincia, concretamente en Baena, con la Fraternidad laical de Santo Domingo de Henares.

La destacada labor que tuvieron los dominicos en la vida diaria de la Universidad Laboral de Córdoba (antecedente del actual complejo universitario de Rabanales); los actos en torno a la figura de San Alvaro de Córdoba, que culminan cada año con la popular Romería de Santo Domingo, que organiza la Hermandad de Santo Domingo de Scala Coeli y Cristo de San Álvaro; la labor desarrollada desde las Hermandades del Trabajo; la realizada durante varias décadas como miembros del Patronato y del claustro de profesores de la Escuela de Magisterio de la Iglesia; las distintas actividades sociales, religiosas y culturales desarrolladas en el Barrio de San Agustín; los retiros, cursos y talleres de oración que se organizan en Scala Coeli, como Casa de Oración y Espiritualidad dominicana; y la activa participación de los miembros de la Familia Dominicana (frailes, monjas, hermanas y laicos) en gran número de instituciones sociales, culturales, educativas y de beneficencia de Córdoba, constituyen algunos ejemplos de la importante presencia de los dominicos en Córdoba.

Desde estas líneas, invitamos a todos los que se sienten cercanos a los dominicos y dominicas, y a todos aquellos que se sientan identificados con el carisma dominicano, que compartan con nosotros la alegría de este Jubileo, oren por nosotros y participen de las celebraciones y actos que se van a ir organizando con este motivo y que a lo largo del año iremos anunciando oportunamente. Todo ello con el propósito de ser, con nosotros, predicadores de la misericordia.

                           Antonio-Jesús Rodríguez Hernández
    Fraternidad laical de Santo Domingo de Scala Coeli y P. Posadas