miércoles, 3 de junio de 2015


Señor, Dios nuestros, 
tú haces que la sangre de los mártires 
se convierta en semilla de nuevos cristianos; 
concédenos
 que el campo de tu Iglesia,
 fecundo por la sangre de san Carlos Luanga y de sus compañeros,
 produzca continuamente, para gloria tuya, 
abundante cosecha de cristianos. 
Por nuestro Señor Jesucristo.






"No has de mirar al prójimo como extraño, sino como a imagen de Dios, como a obra de sus manos, como a hijo suyo y como a miembro vivo de Cristo. De suerte que no se ha de mirar al prójimo como a hombre, ni como a tal hombre, sino como al mismo Cristo, o como a miembro vivo de este Señor".

                                                                                                         (Fray Luis de Granada)