miércoles, 20 de junio de 2012

Tú me empujas de nuevo



Acudí a la oración
porque me hirió de muerte la vida.
Me refugié en tus brazos, Señor,
cuando no tuve más aliento.
Pero tú me empujas de nuevo
incansablemente, a mi ruedo.

Mañana empezaré otra vez,
como ayer, como cada día.
Y volveré, sí, volveré,
pero con una mirada nueva,
con una sonrisa recién estrenada,
y con esa fuerza
que sé que no es mía.




1 comentario:

  1. ¡¡Precioso blog y genial entrada!!
    Hoy con lágrimas pero sabiendo de Quien me he fiado, gracias por recordármelo...
    Volveré mañana, con esa fuerza que se que no es mía...
    ¡Genial!, gracias desde lo hondo

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