jueves, 24 de mayo de 2012

24 de mayo: Traslación de santo Domingo


Domingo quiso ser sepultado en la iglesia de San Nicolás de las Viñas (San Nicoló delle Vigne) “bajo los pies de sus frailes”. Inmediatamente muchos enfermos testimoniaron haber sido curados en el sepulcro del santo, pero los frailes no fueron propensos a reconocer estos milagros y destruían todos los exvotos que les daban como acción de gracias por las curaciones. Finalmente por voluntad expresa del papa Gregorio IX, gran amigo del santo, dentro de la asamblea del Capítulo General, presidido por el Maestro de la Orden  beato Jordán de Sajonia y en presencia del delegado pontificio: el arzobispo de Rabean, Teodorico, se hizo la traslación de su cuerpo a un sarcófago de mármol el día 24 de mayo de 1233, martes de la octava de Pentecostés, cuya antífona de entrada en la celebración eucarística, tomada del libro IV de Esdras (extracanónico), (2, 37) cantaba: Recibid el gozo de vuestra gloria, dando gracias a Dios que os ha llamado a los reinos celestiales, mientras un olor maravilloso se extendía desde el sepulcro del santo. Esto supuso el principio del proceso de canonización, que el mismo papa Gregorio IX haría desde Rieti un año después, el 3 de julio de 1234.


El año 1267 el beato Juan de Vercelli, sexto Maestro de la Orden, ordenó la construcción de un arca de mármol espléndida, realizada por Nicolás de Pisa y completada por Nicolás de Bari. El sepulcro fue abierto de nuevo bajo el Maestro de la Orden beato Raimundo de Capua el 15 de febrero de 1383 para sacar la cabeza, que ahora se halla en relicario aparte. Esta fue la última vez que fueron sacados a la luz los restos de nuestro Padre. El 11 de noviembre de 1411 el arca marmórea fue trasladad a una capilla especial y el 25 de abril de 1605 a la actual. Finalmente el 17 de abril de 1943, para salvarlos del peligro de la incursiones aéreas en la II Guerra Mundial, los restos fueron colocados en un refugio blindado y con esta oportunidad se hizo un estudio radiológico cuidadoso del cuerpo del santo y se reconstruyó su fisonomía real, para el 15 de septiembre de 1946 y dentro de la celebración de capítulo general electivo, presidio por el Maestro de la Orden fray M. S. Gillet, ser colocados de nuevo en la magnífica arca.

Te pedimos, Señor, 
que el bienaventurado Domingo, 
nuestro Padre, 
insigne predicador de tu Palabra 
ayude a tu Iglesia con sus enseñanzas y sus méritos 
e interceda también con bondad por nosotros.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, 
que vive y reina, en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.


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