domingo, 6 de noviembre de 2016

La mesa de la Palabra: Aquí y ahora






            Santo Domingo de Scala-Coeli * Dominicos * Córdoba



Aquí y ahora 



No creo sea adecuada providencia hacer de la tierra un cielo; no es lo suyo. Más allá de la suave melodía de esta afirmación, esconde plena licencia para, quien pueda, haga de esta tierra y de sus pobladores lo que le venga en gana. Porque siempre hay humanos que se creen los cielos que malvenden mesiánicos y apocalípticos de todo cuño; mitos y aspiraciones legítimas de los hombres serán los puntos de apoyo para hacer de esta tierra nuestra un horrendo infierno. Hoy será el gobierno universal, otro día será la raza superior, mañana será la clase social única y universal, y hasta el dios que aplaude al poderoso de turno que  hace de su dictado político una religión con cruel y sanguinaria liturgia. Nos basta el convulso devenir del pasado siglo veinte con su nutrida colección de ismos para aprender, de una vez, la lección.

Lo hermoso de la tierra es que es tal, y nunca cielo; es el campo de juego donde caben todas nuestras mejores esperanzas que, a su vez, fecundan nuestras liberadoras utopías; pero utopía útil, no engañifa para espíritus contentadizos, utopía como verdad prematura que nos obliga a pisar fuerte este suelo donde tantas ilusiones se pueden trenzar; verdad anticipada para dibujar con las creencias de cada cual un horizonte en el que nos reconozcamos necesitados e ilusionados, imperfectos pero capaces de lo mejor, criaturas para sentirnos capaces de facilitar el primer diseño del Hacedor, fungir como imagen y semejanza suya. Porque, hoy, nuestro Dios es de vivos y caminantes, de limitados y pecadores, en definitiva, Padre de sus criaturas, hijos por encima de todo.

Fr. Jesús Duque OP.