sábado, 26 de marzo de 2016

Sábado Santo - Vigilia Pascual

Un rumor corre desde siglos entre los creyentes, 
rumor que no se ha apagado aún.
Es el testimonio de los que han descubierto que Dios salva, 
que libera, que hace una promesa de futuro al hombre con una alianza eterna.
Esta noche celebra el compromiso adquirido por Dios
de hacer caminar unidos al cielo y a la tierra.
Es noche para estar despierto, en vela, pues invita a salir de la esclavitud,
a reformar la estructura de este mundo de pecado,
a celebrar la transformación del hombre nuevo.







La pasión de Cristo perdona los pecados
en cuanto mueve a la caridad,
pues "dio pruebas Dios de su amor hacia nosotros
en que siendo pecadores, murió Cristo por nosotros".
Ahora bien, por la caridad conseguimos el perdón de los pecados,
como enseñó el Señor:
 "Le son perdonados sus pecados, porque amó mucho".

[Sto. Tomás de Aquino]


Vuestro santo cuerpo quedó aguardándoos en el sepulcro
y vuestra alma santísima entró a pelear en el infierno:
repartid con él vuestra gloria, pues habéis ya vencido en la batalla.
Estaba el santo cuerpo en el sepulcro
 con aquella dolorosa figura que el Señor lo había dejado:
tendido en aquella losa fría, amortajado con su mortaja,
cubierto su rostro con un sudario y sus miembros todos despedazados.
Esa ya después de medianoche, a la hora del alba,
 cuando quería prevenir el Sol de justicia al de mañana
y tomarle en este camino la delantera.

[Fray Luis de Granada]