miércoles, 30 de marzo de 2016

Miércoles de la Octava de Pascua

"... Profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo ..."



El cristianismo es una visión optimista de la vida.
El oro y la plata son símbolo de un progreso
 marcado por el egoismo y la ambición de un grupo oligárquico.
Por el contrario, el contribuir a la salud física es siempre positivo.

La resurrección de Cristo es puro objeto de fe.
Ahora bien, para captar esa luz hay que renunciar al triunfalismo
 y aceptar que a la gloria hay que acceder siempre a través del túnes oscuro del conflicto y la lucha.









Cristo resucitó para elevar nuestra esperanza, 
pues, viendo a Cristo resucitado, que es nuestra cabeza, esperamos que nosotros también resucitemos. Por esto dice san Pablo: "Si de Cristo se predica que ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo entre vosotros dicen algunos que no hay resurrección de los muertos?


 [Santo Tomás de Aquino, O.P.]