martes, 31 de marzo de 2015

SEMANA SANTA 2015: Con un costoso perfume, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera.






“De los ojos hizo fuentes para lavar las mancillas de su ánima, de los cabellos hizo lienzo para limpiarlas, de la boca hizo porta paz para recibir la de Cristo, y del ungüento hizo bálsamo para curar las llagas de su ánima y encubrir el hedor de su mala vida. Y es mucho para considerar que lo que ella obraba por fuera, obraba el Señor interiormente en su ánima por otra más excelente manera. Ella venía, y él la traía; ella le ungía los pies con ungüento, y él ungía el ánima con su gracia; ella lavaba sus pies con lágrimas; él lavaba su ánima con su sangre; ella le enjugaba los pies con sus cabellos; él adornaba su ánima con virtudes; ella le besaba los pies con grande amor, y él le daba aquel beso de paz que se dio al hijo pródigo en su conversión.

San Bernardo llama a estas lágrimas vino de ángeles, porque en ellas hay sabor de vida, sabor de gracia y gusto de indulgencia. Tiene por cierto él mucha razón de llamarlas vino de ángeles; mas yo las llamo también agua de ángeles. Suelen los hombres destilar una manera de agua olorosa, no de una sola yerba olorosa, sino de muchas y diversas, y esta llaman agua de ángeles, que tiene muchos y suaves olores, conforme a las yerbas de que se destila. Pues tales eran estas lágrimas, las cuales no procedían de una sola causa o de un afecto, sino de muchos y diversos; porque ellas eran lágrimas de fe, lágrimas de esperanza, lágrimas de amor, lágrimas de dolor y lágrimas de devoción. Todos estos afectos y movimientos había en aquel piadoso corazón y todos estos se resolvían en lágrimas con el fuego de la caridad, y se destilaban por los ojos; y así salía esta agua de ángeles más olorosa que la de acá distilan los hombres.”


                                                                        (Fr. Luis de Granada)

domingo, 29 de marzo de 2015

SEMANA SANTA 2015: De la entrada en Jerusalén con los ramos




Domingo de Ramos 2015: Bendición de ramas de olivo en Scala Coeli

" Pues, como se llegase ya el tiempo en que el Salvador tenía determinado ofrecerse en sacrificio por la salud del mundo, así como él por su propia voluntad se quiso sacrificar, así por ella misma se vino al lugar del sacrificio, que era la ciudad de Jerusalén, para que en la ciudad y en el día que el cordero místico era santificado, en ese lo fuese también el verdadero; y donde habían sido tantas veces muertos los profetas, allí también lo fuese el Señor de los profetas; y donde poco antes había sido tan honrado y celebrado, allí fuese condenado y crucificado, para que así fuese su pasión tanto más ignominiosa, cuanto el lugar era más público y el día más solemne. Y por esto, habiendo escogido la aldea de Belén para su nacimiento, escogió la ciudad de Jerusalén para este sacrificio, porque la gloria de su nacimiento se escondiese en el rinconcillo de Belén, y la ignominia de su pasión se publicase más en la ciudad de Jerusalén.

Entrando, pues, en esta ciudad (cf. Mt 21,1ss), fue recibido con grande solemnidad y fiesta, con ramos de olivas y palmas, y con tender muchos sus vestiduras por tierra, y clamar todos a una voz: Bendito sea el que viene en el nombre del Señor: sálvanos en las alturas.

Aquí primeramente se nos ofrece luego que considerar la grandeza de la caridad de nuestro Salvador y la alegría y prontitud de voluntad con que iba a ofrecerse a la muerte por nosotros, pues en este día quiso ser recibido con tan grande fiesta, en señal de la alegría y fiesta que en su corazón había por ver que se llegaba ya la hora de nuestra redención. Porque, si de santa Águeda se dice que, siendo presa por cristiana, iba a la cárcel con tan grande alegría, como si fuera llevada a un convite por la honra de Dios, ¿con qué prontitud y devoción iría el que tanto mayor caridad y gracia tenía, cuando fuese a obrar la obra de nuestra redención por la obediencia y honra del mismo Dios? Donde claramente aprenderás con qué manera de prontitud y voluntad debes entender en las obras de su servicio, pues con tanta alegría entendió él en las de tu remedio, acordándote que, por una parte, dice el Apóstol que huelga mucho Dios con el alegre servicio (cf. 2 Cor 9,7), y que, por otra, se dice: Maldito sea el hombre que hace las obras de Dios pesada y negligentemente (Jer 48,10). "



                                                                        (Fr. Luis de Granada)

Vía-Crucis en Scala Coeli.




Fiel a la tradición, la devoción del pueblo de Córdoba tiene una cita en la noche del Viernes de Dolores en el Santuario de Santo Domingo de Scala Coeli. En este enclave de la sierra cordobesa marcado desde su fundación por la contemplación del Misterio de la Cruz, se rememora esta noche el primer Vía Crucis de occidente, instituido y practicado en estos parajes por San Álvaro desde su fundación en 1425 a su vuelta de Tierra Santa, para recordar y meditar aquel que en su entrega salvadora recorriera en Jerusalén nuestro Redentor.

A las palabras de bienvenida del P. Mariano del Prado, O.P., Consiliario de la Real Hermandad y encargado de conducir el devoto ejercicio penitencial, que en esta ocasión fue aplicado por las víctimas del terrible accidente aéreo de los Alpes, siguió la interpretación de una saeta inspirada en el Cristo y San Álvaro, por parte de Aurora Barona, pregonera de la Romería de Santo Domingo 2015.

Como siempre, el cortejo con el Santísimo Cristo sobre los hombros de sus hermanos, rodeado de faroles, precedido por la Cruz de Guía y el Estandarte de la Hermandad y seguido por el pueblo, inició su recorrido bajo el palio estrellado con luna creciente de la espléndida noche primaveral, deteniéndose en cada una de las cruces que jalonan el camino del Santuario al  Monte Calvario. Fervor, oración, recogimiento, devoción y silencio intercalado de cantos y las saetas de un nutrido grupo de voces.

Desde el pasaje en que Jesús ora en el Huerto de Getsemaní hasta que es colocado en el sepulcro y resucita al tercer día, se suceden las catorce estaciones donde se manifiesta el amor a Cristo y se reconoce la acción salvadora del sacrificio de la Cruz. Catorce estaciones para meditar la liberalidad del Amor de Dios sobre la base de otros tantos textos de los Evangelios; prescindiendo de textos apócrifos. La contemplación de las escenas de la Pasión del Señor tiene que conducirnos por fuerza a la revisión de nuestra vida y actitudes en el momento actual, pues Cristo no es alguien del pasado. Cristo es ayer, hoy y siempre y vive muy cerca, a nuestro lado y, padece de nuevo, en tantos hombres y mujeres víctimas de la violencia, el terrorismo, la injusticia, la pobreza, la opresión, la intransigencia, el maltrato, la soledad, la incomprensión, la enfermedad, el olvido, el desprecio, . . . Cristo que pasa sufriendo a nuestro lado y, que a diferencia de San Álvaro, no le reconocemos; quizá porque sólo lo imaginamos sobre un paso y acompañado por una agrupación musical.

El regreso está literalmente cantado en la composición “Caminito de Santo Domingo”, que el músico Ramón Medina, como gran devoto del Cristo y de San Álvaro, le dedicó. Dice así: “desde el Calvario hasta el Santuario rezando el Santo Rosario con fe y con piedad” y como corresponde al viernes, los Misterios Dolorosos.

Una última saeta, despide al Santísimo Cristo en el umbral de la iglesia, antes de quedar expuesto a la veneración de los fieles en el presbiterio de su Santuario.

M.A. N. P.

sábado, 28 de marzo de 2015

Viernes de Dolores: Via Crucis en Scala Coeli






          Siguiendo la tradición, un año más se celebró el Vía Crucis en estos parajes de la Sierra cordobesa.

         Tras un breve concierto de bandas y cornetas tan típico en nuestra Semana Santa, pero no por ello exótico en un entorno como éste, alejado de la ciudad, dio comienzo el acto en el interior de la iglesia donde el Padre Mariano del Prado O.P. presentó el acto como consiliario de la Hermandad  del Santísimo Cristo de San Álvaro de Córdoba que es quien lo organiza.

       A continuación dio comienzo el recorrido por las diferentes estaciones entre el Santuario y el Calvario, primer Vía Crucis de Europa tal y como San Álvaro instauró al volver de Jerusalén. Como él lo hiciera hace siglos, fuímos siguiendo la pasión, meditándola, uniéndonos al sufrimiento de Jesús y al de muchos, especialmente las víctimas y familiares de la tragedia del avión estrellado recientemente en los Alpes, a cuya intención se dedicó este año. Y así todos: cofrades, autoridades, dominicos (frailes y seglares), fieles en general, nos fundimos en la oración, en un ambiente de recogimiento especial, ayudado por el silencio de una noche mágica, primaveral, y las saetas espléndidamente cantadas.

                                                  P. M. S.

jueves, 26 de marzo de 2015

Desde Scala Coeli, hacemos el camino de la Cuaresma:




Hoy de la mano de …..


JESUS CORREDOR GAVILAN






Aquel árbol …


Abandonar,
dejar  los suburbios.
Recorrer, otra vez,
el sendero de siempre.

Soltar los pájaros inquietos
que revolotean,
que se agitan dentro.
Dejarlos,
como ecos que se desvanecen
entre ramas de olvido
y pisadas de silencio.

Dejar caminos
que se pierden.
Cruzar,
acaso solo,
barrancos y torrentes,

Ansiando alcanzar
ya despojado,
aquel  árbol
hecho cruz,
y abandonarse.