domingo, 30 de septiembre de 2012

Humanizar lo cotidiano - Domingo XXVI Tiempo Ordinario



Nuestra poca fe



¿Y nosotros, Señor ?
No tememos decirte
que nos encontramos a veces
como tus primeros discípulos.

Nuestra fe va acompañada a menudo
de poca disponibilidad,
de rigidez de corazón,
de dureza,

de incapacidad para comprenderte.
¡Repréndenos, Señor,
para que nuestro corazón te acoja!

Haz que no nos amedrentemos
de nuestra dureza de corazón
sino que, perseverando en la oración,
lleguemos a comprender
los designios de tu presencia.

Amén.

(Cardenal Martini)

sábado, 29 de septiembre de 2012

Tu paz



Tú eres el Dios de la Paz,
Precisamente por esto,
Señor del Amor y de la paz,
¡queremos convertirnos a Tí!
No podemos engañarnos
con llegar a vivir bien,
en paz, sin tí.


No podemos pensar en superar
las inquietudes interiores
y nuestras guerras personales
si no nos volvemos a tí,
Señor de la Paz,
Jesucristo crucificado
y Resucitado,
que has padecido la muerte
para darnos paz.

viernes, 28 de septiembre de 2012



En tus manos, Padre Santo y Misericordioso,
ponemos nuestra vida.
Tú nos la diste,
guíala y llénala de tus dones.


Tú estás a nuestro lado,
como roca sólida y amigo fiel,
aún cuando nos olvidamos de tí.
Pero ahora volvemos a tí.
Queremos agarrarnos

a la guía segura de tus manos,
que nos conducen a la Cruz.

jueves, 27 de septiembre de 2012

En medio de nosotros



María, Madre Nuestra,
tú estás aquí en medio de nosotros
y nosotros somos tu pueblo,
pequeño retoño que se apoya en tí,
lo mismo que el apóstol Juan se apoyó en ti
bajo la Cruz.


Lo mismo que intercedes por los apóstoles
y por sus sucesores
hacia la plenitud mesiánica.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Busco una verdad



Todos andamos en busca de la verdad.
Deseamos la verdad, la buscamos,
la pedimos y la queremos para cada momento de nuestra vida.
Si tuviera que traducir esa búsqueda, la traduciría como un deseo de ser auténticos.
Deseo ante el Señor y ante todos vosotros, ser auténtico.
Quisiera que existiera una correspondencia entre los gestos y las palabras,
una correspondencia entre las palabras y las acciones,
una correspondencia entre las promesas y los cumplimientos, 
una correspondencia entre lo que nosotros queremos ser
y lo que tratamos de ser y nos esforzamos por ser en nuestra vida cotidiana.

Deseamos la verdad, deseamos la autenticidad,
deseamos que, en nuestras palabras, gestos y acciones, 
todo lo que decimos y hacemos, 
corresponda a lo que el Señor pone dentro de nosotros.
Que no haya rechazo, 
que no exista diferencia ni distancia entre lo que sentimos y lo que vivimos.
Buscamos juntos la autenticidad, la deseamos y la queremos
en las relaciones de amistad, de fraternidad,
en las relaciones cotidianas entre nosotros.
 

martes, 25 de septiembre de 2012

Que conozca mi camino



Hazme Señor, que conozca mi camino.
Ayúdame a entender las etapas de tu designio,
los momentos de luz y los momentos de sombra,
de prueba, al menos hasta el límite de lo tolerable.
Dame a conocer en qué punto estoy en el camino
y donde me encuentro.
Te lo pido por Cristo nuestro Señor.

Tú que nos escrutas y nos conoces
sabes lo incapaces que somos
de comprender tu misterio y el nuestro.
Conocemos nuestra incapacidad
para hablar de estas cosas con verdad.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Ayúdame a empezar


Amigo Jesús:
Ayúdame a ser humilde y sincero,
a no aparentar lo que no soy
ni querer ser más que los otros.
Enséñame a decir siempre la verdad
y a no mentir,
aunque a veces cueste bastante
y haya que poner mucha voluntad.
Quiero aprender a ayudar
y a echar una mano a todo el que lo necesite.
Abre mi corazón 
para que viva pensando en los demás.
Dame coraje y valentía para ser honesto
y no engañar a nadie,
para ganarme las cosas con esfuerzo
y dedicación.
Ayúdame a cumplir todas las metas
que me propongo
para crecer y ser cada día mejor persona.


sábado, 22 de septiembre de 2012

22 de septiembre, Beato Francisco de Posadas, op


El P. Francisco de Posadas, beatificado el 20 de septiembre de 1818, es una figura especialmente vinculado a nuestra comunidad. Cordobés de nacimiento, ingresó a la Orden dominicana y profesó como hijo del convento de Santo Domingo de Scala Coeli. Había nacido junto al convento de San Pablo, también dominicano, el 25 de noviembre de 1644. Fallece en la ciudad de la que tantas veces salió para predicar, el 20 de septiembre de 1713. Su cuerpo se venera en la iglesia de San Pablo, nuestro antiguo convento, en Córdoba.

Del P.Posadas se ha dicho que tenía la pobreza de San Francisco de Asís, la austeridad y poder taumatúrgico de San Francisco de Paula, la dulzura y sabiduría de San Francisco de Sales, el celo por la fe de San Francisco de Regis, la obediencia y temple de San Francisco Javier.

Fray Francisco de Posadas es un personaje relativamente moderno: dejó esta vida cuando el siglo XVIII iba a cumplir tres lustros. Su biografía es simple, casi esquemática, aunque colmada de peripecias vocacionales y éxitos apostólicos. Por fortuna, su mismo confesor, el padre maestro fray Pedro de Alcalá, más tarde provincial de los dominicos de Andalucía, escribió al detalle la vida y milagros del nuevo "San Vicente Ferrer" —como le llamaba la gente— en un libro de tomo, lomo y más de 800 páginas; ésa es la fuente auténtica y gozosa de todos los biógrafos posteriores. Y en ella se ha inspirado directamente la semblanza que aquí pergeñamos.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Otoño



Oda al otoño

Estación de las nieblas y fecundas sazones, 
colaboradora íntima de un sol que ya madura, 
conspirando con él cómo llenar de fruto 
y bendecir las viñas que corren por las bardas, 
encorvar con manzanas los árboles del huerto 
y colmar todo fruto de madurez profunda; 
la calabaza hinchas y engordas avellanas 
con un dulce interior; haces brotar tardías 
y numerosas flores hasta que las abejas 
los días calurosos creen interminables 
pues rebosa el estío de sus celdas viscosas. 

viernes, 14 de septiembre de 2012

Tú me mueves



No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Para tí



Señor,
Tú eres infinitamente grande,
y no hay ninguna alabanza
que pueda hacerte justicia.

Sin embargo,
yo, un hombre,
yo, esta pequeñez que Tú has creado,
me atrevo a cantar tu alabanza.