lunes, 18 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Lunes 5º de Cuaresma


 

Justicia y Misericordia



    Santo Tomás recoge las explicaciones que sobre el relato de Jesús y la mujer adúltera llevan a cabo varios Padres de la Iglesia. Podemos destacar los textos siguientes:

    Alcuino de York: “Por la tierra debe entenderse el corazón humano, que suele dar su fruto por medio de acciones buenas o malas. Con el dedo, que es flexible en sus articulaciones, se expresa la sutileza del discernimiento. Nos da a conocer en esto que cuando veamos una acción mala en nuestro prójimo, no debemos condenarla en seguida, sino que primeramente, volviendo al secreto de nuestro corazón, examinémosla con cuidado y solicitud”.

    San Agustín: "El que entre vosotros esté sin pecado, tire contra ella la piedra el primero". Esta es la voz de la justicia. Sea castigada la pecadora, pero no por los pecadores. Cúmplase la Ley, pero no por medio de los mismos que la quebrantan.

    San Gregorio Magno: “El que no se juzga a sí mismo antes, desconoce lo recto al juzgar a otro, y si esto lo sabe únicamente de oídas no podrá juzgar rectamente los méritos ajenos, porque la conciencia de su inocencia propia no le suministra la regla del juicio”.

    San Agustín: “Únicamente quedaron dos, la miseria y la misericordia, pues dice Juan: "Y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en pie, en medio". Yo creo que aquella mujer se quedó aterrada, porque esperaba ser castigada por Aquél en quien no se podía encontrar culpa alguna. Mas Aquél que había rechazado a sus adversarios con la lengua de la justicia, levantando hacia ella sus ojos de mansedumbre, le preguntó: "mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿ninguno te ha condenado?" Dijo ella: “ninguno, Señor". Hemos oído antes la voz de la justicia; oigamos ahora la voz de la mansedumbre: "ni yo tampoco te condenaré". Esto dice aquél por quien, acaso, has temido ser condenada, por ser el único en quien no has encontrado culpa. ¿Qué es esto, Señor? ¿Fomentas los pecados? No, en verdad. Véase lo que sigue: "Vete, y no peques ya más". Luego el Señor condenó, pero el pecado, no a la mujer.

   “El Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados”. (Salmo 25.8)




Oración


Oh, santísimo Jesús,

concédeme desear ardientemente,

buscar prudentemente,

conocer verdaderamente

y cumplir perfectamente,

en alabanza y gloria de tu nombre,

todo lo que te agrada.

Ordena, oh Dios mío, el estado de mi vida:

concédeme que conozca lo que de mí quieres

y que lo cumpla como es menester y conviene a mi alma.

domingo, 17 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Quinto Domingo de Cuaresma


 


Seguir y servir a Cristo


    Santo Tomás recoge palabras de San Juan Crisóstomo: “Cara es esta vida para aquellos que están apegados a ella; pero si alguno elevase los ojos al cielo, considerando que allí es donde están todos los bienes, menospreciará pronto la vida presente. Porque cuanto más claro se viere lo mejor, se desprecia lo peor. Y esto es lo que Cristo quería infundirnos, cuando añade: "El que me sirve, sígame", esto es, imíteme. Dice esto de la muerte y de la imitación por medio de las obras, porque es preciso que el que sirve siga a aquel a quien sirve.

    Y como dice San Agustín: “sirven a Jesús los que no buscan su gloria propia, sino la de Jesucristo. Esto es lo que quiere decir "sígame"; ande mis caminos, no los suyos, haciendo por Cristo no solamente aquellas obras de misericordia que pertenecen al cuerpo, sino hasta aquélla de sublime caridad, que es dar la vida por sus hermanos. ¿Pero cuál será el fruto de esto? ¿Cuál la recompensa? Hela aquí: "Y en donde yo estoy, allí también estará mi ministro". Ámese de balde a fin de que el precio de la obra con que se sirve sea estar con Él. Porque, ¿qué mayor honra puede recibir el hijo adoptado que la de estar allí en donde está el Unico?”

    Mencionar también que Santo Tomás comenta que Jesús se presenta a los suyos como la semilla destinada a dar fruto: si Él no muriera, no se lograrían los efectos de la Redención. Que son: la remisión de los pecados (“Cristo murió una vez por nuestros pecados –siendo justo, padeció por la injusticia– para llevarnos a Dios” 1 Pe 3, 18); la conversión de los gentiles (“cuando yo sea levantado en alto sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí”. Jn 12,32); y la apertura de las puertas del Cielo (“tenemos plena seguridad de que podemos entrar en el Santuario por la sangre de Jesús, siguiendo el camino nuevo y viviente que él nos abrió a través del velo del Templo, que es su carne” Hb.10, 19-20).



Oración


Concédeme, Dios misericordioso,

que desee yo con ardor lo que Tú apruebas,

que lo busque con prudencia, lo reconozca con verdad,

lo cumpla con perfección, en alabanza y gloria de tu nombre.

Pon orden en mi vida,

y concédeme conocer lo que quieres que haga;

concédeme cumplir debidamente

lo que sea útil para la salvación de mi alma.

Que me dirija a ti, Señor,

por un camino seguro, recto, agradable,

y apto para llevarme al término;

un camino que no se extravíe

entre las prosperidades y las adversidades,

de modo que te dé gracias en las cosas prósperas,

y en las adversas conserve la paciencia.

sábado, 16 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Sábado 4º de Cuaresma


 

Palabra y escucha


     Santo Tomás recoge comentarios de San Juan Crisóstomo al texto del Evangelio de San Juan que hoy leemos. Y, así, señala que “los fariseos y los escribas, viendo los milagros y leyendo las Escrituras, nada adelantaron, mientras que sus enviados, careciendo de todo esto, quedaron convencidos con sola una entrevista. Y cuando habían ido con el fin de atarle, volvieron atados de un modo milagroso. Y no dijeron: no hemos podido porque nos lo han estorbado las gentes, sino que se convirtieron en predicadores de la sabiduría de Jesucristo, pues sigue el evangelista: "Respondieron los guardias: nunca así habló hombre como este hombre". Y no sólo debe admirarse su buen sentido, ya que no necesitaron de milagros, y quedaron cautivos por la sola doctrina, pues no dijeron ningún hombre ha hecho jamás tales milagros, sino que "nunca así habló hombre". Y no habían oído ningún sermón largo, sino uno corto. Porque cuando el alma no tiene malicia no necesita de largos razonamientos”.

     Así también recoge Santo Tomás lo que expone San Agustín: “Los que no conocían la Ley creían en Dios, que era el que había dictado la Ley, y aquellos que enseñaban la Ley eran los que lo condenaban, de modo que se cumpliese lo que el Señor había dicho por medio de San Juan: "Y viene a este mundo para juicio: para que vean los que no ven, y los que ven sean hechos ciegos" (Jn. 9,39).

     Escuchemos y acogamos la Palabra con la mente y con el corazón.



Oración


Concédeme, Señor, Dios mío,

una inteligencia que te conozca,

una diligencia que te busque,

una sabiduría que te encuentre,

una vida que te plazca,

una perseverancia que te espere con confianza

y una confianza que al fin te posea.

Concédeme ser afligido por tus penas en la penitencia

y que en el camino de mi vida

use de tus alegrías para la gloria.

viernes, 15 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Viernes 4º de Cuaresma



Jesús, el enviado


    Cristo afirma no sólo que es el Camino y la Vida, sino también que es la Verdad. Por lo que, como menciona Santo Tomás, la Verdad no puede quedar reducida a algo, sino que es Alguien: Cristo el Verbo Encarnado, el Hijo de Dios, es la Verdad. Cristo, siendo él mismo la verdad, es el camino para llegar al conocimiento de la verdad”, que él mismo enseña, pues “vino al mundo -como nos lo recuerda san Juan- para dar testimonio de la verdad”. Por tal motivo, no debía ocultarse, llevando una vida solitaria, sino manifestarse en público, predicando a la luz del día.

    Asimismo, Cristo fue enviado a liberar a los hombres del pecado, conforme a lo que se lee en 1 Tim. 1, 15: “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores”. Por eso dice San Juan Crisóstomo: Aunque morando en un mismo lugar, Cristo hubiera podido atraer a sí mismo todas las gentes para que oyesen su predicación, no lo hizo, sin embargo, dándonos ejemplo para que corramos y busquemos a los que se pierden, como lo hace el pastor con la oveja perdida.

    También vino para que “por medio de Él tengamos acceso a Dios” (Rom. 5,2). Y de éste modo, conversando familiarmente con los hombres, fue conveniente que inspirase a los hombres confianza para que se allegasen a Él.

    Para Santo Tomás era conveniente que Cristo, mediante su vida, se manifestase no sólo como hombre, sino también como Dios. Ahora bien, Cristo manifestó su divinidad por medio de su humanidad. Y por eso, conversando con los hombres, lo que es una actitud propia del hombre, manifestó a todos su divinidad, predicando y haciendo milagros, y llevando entre los mismos una vida inocente y justa.


Oración


Concédeme, Dios misericordioso,

que toda alegría que existe sin ti me fatigue

y, fuera de ti, nada desee.

Que todo trabajo, Señor, me sea agradable si es para ti,

y todo reposo ajeno a ti me sea insoportable.

Concédeme elevar frecuentemente mi corazón a ti,

y cuando desfallezca, que me apene de mi falta

con propósito firme de corregirme.




jueves, 14 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Jueves 4º de Cuaresma

 



Mensajeros


     Como recoge Santo Tomás, San Agustín nos dice que “Jesús sabía que el testimonio que daba de sí mismo era verdadero, pero a causa de aquella gente ignorante e incrédula, el que era el Sol buscaba antorchas auxiliares. Porque como aquéllos no veían bien, no podían resistir la fuerza de los rayos del sol. Por lo tanto, se destinó a Juan el Bautista para que diese testimonio de la verdad”. Mas Juan -como menciona San Beda el Venerable-, aun cuando dio testimonio, no lo dio para aumentar la gloria de Jesucristo, sino para mover a los hombres a conocerle mejor. Porque -como también recoge Santo Tomás del maestro Alcuino- Juan era antorcha, iluminado por Jesucristo, que era la verdadera luz. Juan ardía en la fe y en el amor, y brillaba por la palabra y por la obra, y había sido enviado antes para confundir a los enemigos de Jesucristo, según aquellas palabras del salmo (Sal 131,17-18): "He preparado la antorcha para mi Cristo, y llenaré de confusión a todos sus enemigos".

     Santo Tomás también destaca lo que menciona San Juan Crisóstomo: “Podrían decir aquéllos, ¿si no hemos oído su voz, cómo podremos saber que Dios da testimonio de ti? Y por esto dice: "Examinad las Escrituras", manifestando que Dios ha dado testimonio de Él por medio de las Escrituras. También en el Jordán y en el monte dio testimonio de Él, mas no oyeron la voz que resonó en el monte. Y aunque oyeron la que resonó en el Jordán, no le prestaron atención. Por esto los remite a las Escrituras, manifestando que el testimonio del Padre está en ellas. Mas no los remitía a la simple lectura de las Escrituras, sino que les encargaba el examen detenido, porque lo que en las Escrituras se encontraba respecto de Él estaba velado por encima y no se expresaba en la superficie, sino que estaba escondido en lo profundo, a manera de un tesoro”. Y continúa San Juan Crisóstomo: “Comprenderéis que Moisés os acusara, porque dijo: "Si viene alguno haciendo milagros, encaminando hacia Dios y prediciendo con verdad lo que ha de suceder, convendrá obedecerle". Y Jesucristo hizo todo esto, y sin embargo no le creyeron”.

    Finalmente podemos recoger lo que el mismo Santo Tomás comenta, que bien podría servirnos a nosotros en este tiempo en el que vivimos: Toda criatura está llamada a dar testimonio de Dios ya que toda criatura es como una prueba de su bondad. La grandeza de la criatura atestigua, a su manera, la fuerza y la omnipotencia divinas, y su belleza es testimonio de su divina sabiduría. Algunos hombres reciben de Dios una misión particular: dan testimonio de Dios no sólo desde el punto de vista natural, por el simple hecho de existir, sino más bien de una forma espiritual, por sus buenas obras…No obstante, aquellos que no se contentan con sólo recibir los dones de Dios y obrar rectamente, sino que comunican estos dones a los demás por la palabra, exhortando y dando ánimos a los otros, son testigos de Dios de una manera todavía más excelente.


Oración


Dame, oh Dios mío,

que levante a ti mi corazón, frecuente y fervorosamente,

hacerlo todo con amor,

tener por muerto lo que no pertenece a tu servicio,

hacer mis obras no por rutina,

sino refiriéndolas a ti con devoción.

Hazme, oh Jesús, amor mío y mi vida,

obediente sin contradicción, pobre sin rebajamiento,

casto sin corrupción, paciente sin murmuración,

humilde sin ficción, alegre sin disipación,

maduro sin pesadumbre, diligente sin inconsistencia,

temeroso de ti sin desesperación, veraz sin doblez;

haz que practique el bien sin presunción,

que corrija al prójimo sin soberbia,

que le edifique con palabras y obras sin fingimientos.

miércoles, 13 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Miércoles 4º de Cuaresma


 


Padre e Hijo


     Menciona Santo Tomás que la salvación humana consiste en gozar de Dios, con lo que el hombre se hace bienaventurado, y por eso fue necesario que Cristo, según la naturaleza humana, estuviese disfrutando perfectamente de Dios. El gozar de Dios se realiza según la voluntad, adhiriéndose a Dios perfectamente por el amor, y según el conocimiento, conociendo a Dios perfectamente.

     Cristo posee ese conocimiento deiforme porque ve a Dios por esencia y a las demás cosas en él, igual que Dios, entendiéndose a sí mismo entiende todas las cosas. Luego es necesario afirmar que este conocimiento pertenece al alma de Cristo como corresponde al autor, pues dijimos que Cristo es autor de la salvación humana. Por este motivo, fue conveniente que Cristo tuviera desde el principio de su encarnación una visión plena de Dios.

     De este modo, por la visión de Dios, Cristo en cuanto hombre, fue simultáneamente “viador” y “comprehensor”. Es decir, disfrutaba de la visión de Dios, que es propio del “comprehensor”, aunque su cuerpo permanecía sujeto a los padecimientos, que es propio del “viador”.

    Luego fue necesario que el Verbo de Dios hecho carne fuera perfecto en gracia y en conocimiento de la verdad. Por eso se dice: “el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Y vimos gloria, gloria como de unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad”.



Oración


Demos pues a tan gran sacramento

culto y adoración todos rendidos;

y ceda ya el antiguo documento

a los ritos de nuevo instituidos:

constante nuestra fe de suplemento

a defecto de luz de los sentidos.

Al Padre con el Hijo sea dado júbilo,

aplauso y gloria eternamente,

salud, virtud y honor interminado,

bendición y alabanza reverente;

y al Espíritu de ambos aspirado

sea gloria y loor no diferente.

Amén.


martes, 12 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Martes 4º de Cuaresma


Jesús sana y salva


    Para Santo Tomás, Cristo hizo milagros para confirmar su doctrina y para dar a conocer el poder divino que había en Él, ya que los verdaderos milagros no pueden hacerse más que con el poder divino, porque sólo Dios es capaz de alterar el orden natural.

    Los milagros hechos por Cristo eran suficientes para dar a conocer su divinidad, por tres motivos: primero, por la calidad de las obras, que superaban todo el alcance del poder creado; segundo, por el modo de hacer los milagros, puesto que los realizaba como poder propio, y no orando; y, tercero, por la misma doctrina con la que se declaraba Dios, la cual, de no ser verdadera, no hubiera sido confirmada por milagros.

    Cristo vino al mundo con el fin de salvar a los hombres. Y por eso fue conveniente que mostrase, especialmente mediante las curaciones milagrosas de los hombres, que era el Salvador universal y espiritual de todos.

    Respecto al pasaje bíblico de Juan que hoy se nos presenta como lectura del Evangelio, Santo Tomás recoge el comentario de San Agustín, cuando señala que Jesús le dijo al paralítico tres cosas, pero al decir “levántate” no fue un mandato de obra, sino la ejecución de la curación. Ya, una vez sano, le mandó dos cosas: “Toma tu camilla y anda”. También de San Juan Crisóstomo menciona: “Véase aquí la superabundancia de la sabiduría divina, que no sólo cura, sino que le manda llevar la camilla, para que se vea que era verdadero el milagro y para que ninguno creyese que era falso lo que había sucedido. Porque si los miembros no estuviesen bien fuertes, no hubiesen podido llevar la camilla”.

    También se puede apreciar con la pregunta que Jesús le hace “¿quieres quedar sano?”, que –al igual que ocurre en otros milagros- Jesús no actúa contra la voluntad de los hombres, sino que obra el milagro cuando tiene su consentimiento.



Oración



Omnipotente y Sempiterno Dios,

dígnate mirar al Corazón de Tu amantísimo Hijo

y por su amor perdónanos a los que nos arrepentimos,

sé bondadoso para los que te suplicamos,

y dígnate enviarnos Tu gracia,

que sea remedio saludable

a los que humildemente invocamos tu Nombre Santo.

Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

lunes, 11 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Lunes 4º de Cuaresma


 

Creer en Jesús y en su Palabra


     Para Santo Tomás, lo primero necesario al cristiano es la fe, sin la cual nadie se puede decir fiel cristiano. Por la fe el alma cristiana se une a Dios, se establece un cierto matrimonio espiritual (“Te desposaré conmigo en la fe” Oseas, 2, 20). Por la fe se incoa en nosotros la vida eterna, que no es otra cosa que conocer a Dios (“Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el solo Dios verdadero” Jn. 17,3). Y la fe dirige la vida presente, pues para que el hombre viva bien es la fe la que enseña todas las cosas necesarias para vivir bien.

     Nadie debe dudar de la fe, sino creer las cosas que son de fe más que las cosas que ve, porque la vista del hombre puede engañarse; mas la ciencia de Dios nunca falla. No sólo es necesario para los cristianos creer que hay un solo Dios, y que éste es el creador del cielo y de la tierra y de todas las cosas; sino que también es necesario creer que Dios es Padre y que Jesucristo es verdadero Hijo de Dios. Esto, es cosa cierta y probada por la palabra de Dios en el monte cuando dijo: “Éste es mi Hijo, en el que me he complacido: escuchadle”.

    Santo Tomás también enseña la actitud que ha de tenerse ante la palabra de Dios. No se trata sólo de escuchar y conocer la Palabra de Cristo, sino aceptarla como verdadera y salvadora. Quien la acepta así es como la semilla que prende y echa raíces, porque es acogida con el obsequio de la mente y el corazón. Esta actitud es, a la vez, fruto del don de Dios y de la libertad del hombre, que, sin ser obligado por la fuerza de la evidencia o las señales a su alcance, se entrega a Jesucristo como a la Verdad.

   Asimismo, Santo Tomás señala dos actuaciones que todos debemos llevar a cabo. La primera, “Conviene que el hombre comunique a otros la palabra de Dios, amonestando, predicando e inflamando”. Así lo dice San Pablo a los colocenses: “Que la palabra de Cristo habite en vosotros abundantemente, enseñando y amonestándoos unos a otros en toda sabiduría”; y a Timoteo: “Predica la palabra, insiste oportuna e inoportunamente, arguye, increpa con toda paciencia y doctrina”. Y la segunda, la palabra de Dios debe llevarse a la práctica: “Sed cumplidores de la palabra y no sólo oyentes, engañándoos a vosotros mismos" (Sant. 1, 22).


Oración


Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad,

mi memoria, mi entendimiento

y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer;

Vos me lo dísteis, a Vos, Señor, lo tomo;

todo es vuestro: disponed de toda vuestra voluntad.

Dadme vuestro amor y vuestra gracia,

y esto me basta.

domingo, 10 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Cuarto Domingo de Cuaresma


 

Jesús, luz salvadora


    Santo Tomás recoge palabras de San Agustín: "¿Qué causa mayor puede asignarse a la venida del Señor que la de mostrarnos su amor? Nada hubo tan necesario para fortalecer la esperanza en el hombre como el demostrarnos Dios cuánto nos amaba. Y ¿qué prueba más palpable de este amor que el hermanamiento del Hijos de Dios con nuestra naturaleza?".

    La encarnación era necesaria para la plena participación de la divinidad, que constituye la bienaventuranza y el fin de la vida humana. Y esto nos fue otorgado por la humanidad de Cristo; pues, como dice San Agustín: “Dios se hizo hombre para que el hombre se hiciese Dios”.

    Luego era conveniente que Jesucristo fuese a la vez Dios y hombre. Por eso, en palabras del papa san León Magno “el poder asume la debilidad, la majestad se apropia de la humildad, a fin de que, como era necesario para nuestra redención, un solo y mismo mediador entre Dios y los hombres pudiese, por un lado, morir y, por otro, resucitar. Si no fuese verdadero Dios, no traería el remedio; y, de no ser verdadero hombre, no nos daría ejemplo”.

    Pues si el hombre no hubiese pecado –añade Santo Tomás-, hubiera sido iluminado por la luz de la divina sabiduría y perfeccionado con la rectitud moral, en orden a conocer todo lo que le era necesario. Pero como el hombre, apartándose de Dios, cayó extraviado en las cosas materiales, fue conveniente que Dios, encarnándose, le proporcionase la salvación también por medio de las cosas materiales. Por eso dice San Agustín comentando las palabras de Jn 1, 14: “el Verbo se hizo carne”: “La carne fue la causa de su ceguera y la carne será la que la haga desaparecer; porque Cristo vino de este modo para extinguir por su carne los vicios de la carne”.



Oración - Himno


Cante la voz del Cuerpo más glorioso

el misterio sublime y elevado,

de la Sangre preciosa que, amoroso,

por rescate del mundo ha derramado,

siendo fruto de un vientre generoso,

el Rey de todo el orbe, el Ser increado.

Dado para nosotros,

y naciendo de la Virgen intacta y recogida,

habitando en el mundo

y esparciendo semilla de palabra que da vida,

con orden admirable y estupendo

el tiempo concluyó de su venida.


sábado, 9 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Sábado 3º de Cuaresma


 

SOBERBIA


    Nos dice Santo Tomás que la soberbia recibe este nombre del hecho de que alguien, por su voluntad, aspira a algo que está sobre sus posibilidades. Por eso dice San Isidoro que “se llama soberbia porque quiere aparentar más de lo que es”. Y es propio de la recta razón el que la voluntad de cada cual busque lo que le es proporcionado. Por eso es claro que la soberbia lleva consigo algo que se opone a la recta razón, y esto constituye pecado, ya que, según Dionisio, el mal del alma consiste en apartarse de la recta razón.

    Como dice San Agustín, la soberbia es un deseo de excelencia desmedida. Imita a Dios desordenadamente, puesto que odia ser igual que los demás y trata de imponer su dominio en vez del de Dios.

    La soberbia se opone directamente a la humildad. Esta, en cuanto virtud, lleva consigo cierta laudable rebajamiento de sí mismo.

    Para Santo Tomás, la soberbia es un defecto que radica en la voluntad y, precisamente por eso, el conocimiento de sí mismo está distorsionado. Por el contrario, el humilde sí que se conoce bien (“la sabiduría está con los humildes”, dice el Libro de los Proverbios).



ORACION



Señor y Dios mío,

que sea sincero sin hipocresía,

que haga el bien sin ser presuntuoso,

que corrija al prójimo sin arrogancia,

que lo edifique con la palabra y el ejemplo.

Hazme humilde sin ficción,

alegre sin disolución,

triste sin abatimiento,

maduro sin pesadez,

ágil sin ligereza,

temeroso sin desesperación.